El cáncer de mama continúa siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en mujeres a nivel mundial. Particularmente desafiante es el subtipo conocido como cáncer de mama triple negativo (CMTN), caracterizado por su agresividad, alta tasa de recurrencia y escasa respuesta a terapias hormonales o tratamientos dirigidos. Ante esta realidad, la comunidad científica ha intensificado sus esfuerzos en la búsqueda de terapias innovadoras que permitan mejorar la supervivencia y calidad de vida de los pacientes afectados.
En este contexto, un grupo internacional de investigadores, liderado por el Dr. Años Lepland, ha dado a conocer un hallazgo de gran relevancia publicado el 22 de enero de 2025 en la revista Advanced Science. El estudio describe el desarrollo de un nuevo compuesto experimental, denominado MACTIDE-V, capaz de reprogramar macrófagos –células inmunológicas clave– para que dejen de favorecer el crecimiento tumoral y, en cambio, actúen como agentes activos en la destrucción del cáncer.
Reprogramando el sistema inmunológico para combatir el tumor
En condiciones normales, los macrófagos forman parte esencial del sistema inmune innato, encargados de detectar y eliminar agentes patógenos o células dañinas. No obstante, en ciertos tipos de cáncer como el CMTN, el microambiente tumoral es capaz de “secuestrar” estas células inmunes y reprogramarlas hacia un fenotipo conocido como M2, que favorece la progresión tumoral, la angiogénesis y la evasión del sistema inmune.
MACTIDE-V actúa precisamente sobre este fenómeno. Su función principal es inducir un cambio en el fenotipo de los macrófagos infiltrados en el tumor, reprogramándolos hacia un estado M1, caracterizado por su actividad antitumoral, capacidad de presentar antígenos y promover la destrucción de células malignas. Este cambio de polaridad celular supone un enfoque innovador en inmunoterapia, al empoderar al propio sistema inmunológico del paciente para combatir eficazmente la enfermedad.
Validación experimental en modelos animales
La investigación incluyó ensayos preclínicos en modelos murinos con cáncer de mama metastásico. A los ratones se les administró MACTIDE-V y posteriormente se evaluaron tanto el crecimiento del tumor como el grado de diseminación metastásica. Los resultados fueron alentadores: se observó una reducción significativa del tamaño tumoral y, en muchos casos, una inhibición casi total de la metástasis.
Mediante técnicas avanzadas de biología molecular e imagenología, se confirmó que los macrófagos presentes en el microambiente tumoral habían sido efectivamente reprogramados, adoptando un comportamiento proinflamatorio y antitumoral. Esto representa un punto de inflexión en la manera de concebir el tratamiento del CMTN, hasta ahora limitado por la falta de receptores hormonales o HER2 como dianas terapéuticas.
Implicaciones clínicas y perspectivas a futuro
El descubrimiento del MACTIDE-V no solo abre nuevas posibilidades terapéuticas para el cáncer de mama triple negativo, sino que también valida el concepto de modulación del sistema inmune innato como estrategia oncológica. A diferencia de otras inmunoterapias centradas en linfocitos T, esta investigación demuestra que otras células inmunes, como los macrófagos, también pueden ser reeducadas para desempeñar un rol activo en la eliminación de células tumorales.
Sin embargo, pese a los resultados promisorios en modelos animales, el uso clínico de MACTIDE-V aún se encuentra en fase temprana de desarrollo. El siguiente paso será la realización de ensayos clínicos en humanos para determinar su seguridad, tolerabilidad y eficacia en escenarios reales. De superar estas fases, el compuesto podría convertirse en una herramienta terapéutica de alto impacto en oncología.
Conclusión
El desarrollo del fármaco MACTIDE-V representa un avance significativo en la investigación del cáncer de mama, particularmente en su forma más agresiva y difícil de tratar. Al reprogramar los macrófagos para que actúen como defensores y no cómplices del tumor, este enfoque marca un cambio de paradigma en la inmunoterapia moderna. Si los próximos estudios confirman sus beneficios en humanos, estaríamos frente a una innovación que podría transformar el pronóstico de millones de pacientes alrededor del mundo.
